25/2/11

EL RETRATO (I)

El destino de muchas cámaras es casi con exclusividad realizar retratos, sin duda el motivo principal para muchos usuarios aún cuando no sientan especial simpatía por la fotografía en términos generales. Algo que se puede comprobar en cualquier tienda de fotografía, la mayor parte de las copias producidas son de retratos de familiares y amigos de los propietarios de las cámaras, quedando los paisajes, la naturaleza, el bodegón... relegado a una minoría.

El retrato es una disciplina en donde más decepciones se llevan muchos fotógrafos al ver la toma, porque en la fotografía no apreciamos la "magia" del momento o el sujeto fotografiado no se corresponde con la imagen real que de él tenemos.

La mirada
Sin duda un elemento primordial en un retrato es la mirada del sujeto a fotografiar.

La mirada directa a la cámara atraerá siempre más la atención del observador de la fotografía, baste de prueba contemplar las imágenes de la publicidad de cualquier revista en la que aparezca un/una modelo, el 90% están mirando directamente al objetivo del fotógrafo, obligando al cruce de miradas observador-retratado.


El retrato debe reflejar las emociones del sujeto, eso lo saben los grandes fotógrafos de retratos y por eso sus fotografías no pasan desapercibidas, y los ojos son el elemento primordial para transmitir esas emociones, porque denotan el estado de animo, y mucho más, de una persona.


La mirada cómplice de este pequeño hace que no pase desapercibido para el observador:


El gesto
En un rostro después de los ojos cobrará importancia la boca, la posición de los labios aporta una valiosa información al observador, pensemos en una sonrisa, una mueca, un grito, un bostezo...

Este primerísimo plano nos concentra en el gesto de dolor:



En ocasiones las muecas pueden echar por tierra un retrato, es común escuchar la expresión "salgo fatal en las fotos", pero el responsable no es el fotógrafo ni la cámara empleada, la culpa la tiene el "gesto" ante la cámara.

Muchas personas ante un objetivo adoptan una postura o gesto "tenso", éstas, sin duda, cuando vean la foto no se reconocerán. Para evitarlo un recurso muy extendido es pedir a la persona que va a ser fotografiada que pronuncie la palabra "patata", la finalidad es que se relaje, existen otros recursos, como contar un chiste, etc., todo sirve con tal de crear un ambiente distendido.

La posición del modelo
Debemos procurar que siempre parezca natural, las poses forzadas restaran belleza e interés a la mejor de las tomas.


La complicidad entre estas dos amigas fue recogida con una compacta de focal fija de 28mm:


Fotografiar sin que el sujeto sea consciente de que va a ser retratado brinda escenas muy atractivas y cargadas de interesante información, un ejemplo serían los niños jugando o los mayores en su actividad cotidiana, es lo que calificaríamos como retrato espontáneo.

El encuadre
En el retrato es importante delimitar el encuadre y situar correctamente al sujeto para que éste cobre todo el protagonismo.

Cuanto más cerca mejor, porque el error más común es introducir elementos en la toma que restan protagonismo al sujeto retratado. Una frase que decía el célebre fotógrafo Robert Capa, y a tener en consideración especialmente en el retrato, es: “si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca”.

Cuanto más cerca mejor:
Deberemos evitar en la medida de lo posible los elementos superfluos que podrían despistar al observador del elemento principal de la toma. 

A la hora de realizar el encuadre decidiremos la "cantidad" o porción de modelo que queremos que figure en la toma, es decir el tipo de plano que elegimos, distinguiendo básicamente:

- Primer plano: Concentrándonos en el rostro o parte de este.

- Plano medio: Cuando fotografiamos medio cuerpo.



- Plano general: Cuando fotografiamos el cuerpo completo.

- Plano en conjunto: Empleado para fotografiar un sujeto en una escena o espacio determinado, es el encuadre habitual en las fotos de viajes, binomio sujeto-entorno.

- Plano americano: Es un encuadre acertado para las fotos de grupos, consiste en recortar a los personajes por encima de las rodillas.

Esta foto valdría como ejemplo de un plano general:


- Plano "australiano": cuano situamos nuestra cámara a ras de suelo (empleado con exito en 1979 con la primera entrega del filme MAD MAX)

La perspectiva
Un mismo sujeto (cuerpo entero o medio cuerpo) puede causarnos diferentes impresiones con tan solo variar la perspectiva.

- Si tomamos la imagen desde un ángulo elevado (picado) lo empequeñeceremos.

- Si tomamos la imagen cerca del suelo (contrapicado) estaremos alargando la figura, la estilizamos, siendo un recurso válido para mostrar satisfacción, seguridad, orgullo...

- Cuando queremos respetar las proporciones deberemos situar la cámara a media altura (aproximadamente nuestro ombligo o mejor aún del suyo), especialmente si empleamos una focal que nos obligue a acercarnos mucho al sujeto, ya que de tomar la foto desde la altura de nuestros ojos lo achaparraremos.

El enfoque
El enfoque es una útil herramienta para centrar la mirada del observador en la persona retratada, la formula es desenfocar el fondo de la escena para destacar al retratado, empleando valores de diafragma bajos (diafragma muy abierto, f/4, f/2,8 f/2...) que nos obligarán a ser muy cuidadosos con el enfoque, consiguiendo únicamente nitidez en el motivo enfocado, es lo que se conoce como enfoque selectivo.

En esta toma se aprovechó la escasa luz ambiente de una cafetería, brindado un hermoso retrato. Se empleo una Leica Minilux, focal 40mm, con un valor de diafragma 2,4:

Un punto de enfoque más acertado en un rostro serían los ojos, o una zona intermedia entre los ojos y las orejas. Debemos ser conscientes de que si la profundidad de campo (distancia anterior y posterior al punto de enfoque con nitidez) es muy reducida puede ocurrir que aun cuando los ojos presenten un perfecto enfoque las orejas por el contrario estarán desenfocadas.

En resumen, una vez escogido el encuadre deberemos decidir lo que debe presentar nitidez gracias al enfoque.

El control de la apertura
Si podemos escoger el valor del diafragma podremos tener un efectivo control sobre el grado de nitidez de la escena, con valores de diafragma superiores a f/8 el grado de nitidez será elevado. Mientras que los valores inferiores a f/5,6 reducirán gradualmente la nitidez para lograr destacar el motivo principal.

El valor de la apertura cobrará especial protagonismo cuando queremos retratar a alguien y al mismo tiempo queremos que aquello que le rodea presente igualmente nitidez, situación muy común en las fotografías de viajes, debiendo optar en estos casos por valores altos de diafragma (f/8 o más).

La focal a emplear
En un retrato por regla general se pretende que la imagen se corresponda lo más fielmente posible al sujeto retratado, para lograrlo hemos de emplear ópticas exentas de distorsión, ya que éstas podrían desfigurar a la persona a retratar, si bien la distorsión podría ser un recurso a valorar para lograr un mayor impacto visual.

Se consideran focales idóneas para el retrato las comprendidas entre un 75mm y un 140mm aproximadamente, al resultar sencillo lograr con ellas interesantes desenfoques del fondo -falta de profundidad de campo al emplear valores abiertos de diafragma- y tienen un porcentaje de distorsión muy bajo o nulo.

Muchos de los mejores retratos realizados por fotógrafos profesionales de prestigio han sido tomadas por focales de 50mm y 35mm, lo que pone de manifiesto que cualquier óptica puede ser válida para el retrato, se trata de aprovechar los recursos disponibles al máximo.

Retrato realizado con una focal de 35mm: 



La iluminación
Es preferible emplear siempre iluminación natural, tanto en exteriores como en interiores.

- Exteriores: evitaremos en la medida de lo posible la luz dura -sol intenso en las horas centrales del día-. Los días nublados son muy apropiados para los retratos, ya que contamos con una iluminación suave exenta de sombras.

- Interiores: aprovecharemos al máximo la luz de las ventanas y si fuese necesario la luz artificial de la estancia en que nos hallemos (lámparas de techo y suelo).

En este autorretrato se emplea como recurso la iluminación del ascensor y los reflejos metálicos:

El retrato a contraluz es una acertada formula para resaltar al motivo del entorno que lo rodea, además contamos con la ventaja de que la luz del sol no molestará al retratado, manteniendo éste una expresión más relajada, y el halo de luz que se produce sobre el cabello acentuara su brillo enmarcando el rostro.

El uso del flash en el retrato
En ocasiones el flash electrónico puede ser nuestro aliado en un retrato:

- Para suavizar la luz dura del sol: cuando fotografiamos al medio día, con sol intenso, se producirán sombras que afearan al más bello de los rostros, una forma válida para suavizar la aspereza de la luz solar sería hacer uso del flash incorporado en la cámara o de una unidad externa.

- Para iluminar los ojos: los ojos son una parte fundamental en un retrato y pueden presentar falta de expresividad si no están suficientemente iluminados, el flash de relleno puede ser una interesante alternativa en exteriores.

- Para compensar la iluminación: en los motivos a contraluz podemos emplear el flash de relleno para añadir un toque de luz a un rostro y al mismo tiempo compensar la sobreexposición que presentaría el entorno del sujeto.

El flash en esta toma compensa la iluminación natural, añadiendo brillo a las partes metálicas del vehículo (podemos ver el destello en las gafas):

Color o blanco y negro
Como en el resto de las disciplinas de la fotografía la elección va a depender de los gustos de cada uno.

En los modelos digitales encontramos habitualmente la opción "modo retrato", que básicamente consiste en que la máquina escoge de manera automática un equilibrio de color cálido y un grado de nitidez relativamente bajo, para conseguir fotos más agradables a la vista.

Los tonos dorados (amarillos) hacen más agradables los rostros y restan las imperfecciones, siendo la Kodak la marca de película empleada mayoritariamente en el retrato, por su calidez, algo que Kodak delata en sus envases escogiendo a posta el color amarillo en su publicidad y subrayándolo palabras como oro "Gold".

En la mayoría de los modelos digitales podemos modificar el color para acercarlo a nuestros gustos, o imitar a nuestra película favorita, y en último caso podremos acudir a un programa de edición de imagen para corregir el color o pasar la imagen a blanco y negro.




Ricardo Salgado 17-05-2005 fotobasica.com (revisado 28-02-11)