Estos consejos tiene por finalidad ayudar a mejorar, en la medida de lo posible, nuestros retratos y así evitar decepciones, porque el fotógrafo ha de tener siempre el control de lo que quiere mostrar, no debemos tentar a la suerte cerrando los ojos y disparando.
La anatomía
Cada sujeto que queramos fotografiar va a tener una fisonomía propia y por ello no podemos afrontar todos los motivos por igual. Es interesante conocer algunos trucos para atenuar ciertos rasgos físicos que podrían afear un retrato, así como técnicas de iluminación para lograr un resultado lo más estético posible, como serían:
- Gafas: evitar la luz de flash directa, que causaría brillos, substituyéndola por luz de relleno lateral, o elevar, bajar o girar levemente el rostro.
- Nariz prominente: realizar la toma mirando de frente a la cámara.
- Orejas sobresalientes: escoger un retrato de medio perfil.
- Calvicie: aplicar un recorte o intentar fundir la parte superior del rostro con el fondo con ayuda de la iluminación.
- Imperfecciones: situarlas en el lado de la sombra.
- Ojos hundidos: escoger una iluminación directa o baja.
- Rostro arrugado: elegiremos luz difusa (nunca luz dura directa) y evitaremos sombrear parte del rostro (le añadiríamos años).
- Papada: elevar el rostro y situar la cámara en una posición elevada.
Si la persona que fotografiamos es poco fotogénica es preferible que realicemos varias tomas, probando distintos ángulos y poses hasta encontrar la acertada.
El tema más extendido en fotografía es sin duda el retrato:
La focal
Elegir un teleobjetivo es ventajoso en el retrato, ya que evitaremos distorsiones que deformen el motivo, y conseguiremos que éste resalte como consecuencia del desenfoque que presentará el entorno. Pero cuanto más larga sea la focal a emplear mayor deberá ser la velocidad de disparo, o correremos el riesgo de encontrarnos con fotos "movidas", con un aspecto de falta de enfoque causado por el movimiento de nuestra mano; una regla sencilla es utilizar una velocidad igual a la focal empleada, de manera que: para un objetivo de 100mm sí queremos asegurar la foto deberemos emplear 1/100, en el caso de emplear un 200mm la velocidad debería ser 1/200, para una focal de 250mm 1/250 y así sucesivamente.
Cuando nos veamos obligados a emplear focales angulares podremos realizar interesantes retratos, recogiendo el entorno habitual o detalles de la profesión o aficiones del sujeto. Para que gane interés y fuerza la toma deberemos aplicar la regla de los tercios en el encuadre.
Para esta toma se empleó una compacta de focal fija de 35mm:
Fotógrafo - modelo
Debemos procurar que la pose parezca natural, no forzar gestos ni sonrisas; por ello es importante que el fotógrafo ayude al modelo a relajarse y le de seguridad. Una formula útil, si existe esa posibilidad, es entablar conversación con el sujeto a fotografiar y crear un ambiente distendido. Otra opción es pasar desapercibido y realizar las tomas sin que el sujeto sea consciente de que va a ser retratado.
La boca es una parte muy importante, al mostrarnos el estado de ánimo del retratado:
El encuadre
Podemos escapar de los encuadres "tradicionales" y emplear composiciones con recortes que añadirán fuerza expresiva a nuestras imágenes, este es un recurso muy extendido en el fotoperiodismo.
Por regla general no debemos aplicar recortes en las articulaciones de las rodillas y tobillos, tampoco debemos cortar a la persona retratada por la cintura, porque podría causar la sensación de un encuadre demasiado forzado.
Introducir demasiados elementos en la toma puede llegar a confundir, restando interés al motivo principal, es preferible centrarse en lo que queremos mostrar y dejar fuera de la toma lo superfluo.
Si empleamos el visor óptico de un modelo compacto debemos ser conscientes que va a presentar un "error de paralaje" que se acentuará cuanto más nos acerquemos al motivo, de no tenerlo en cuenta podremos encontrarnos con encuadres no deseados. Las pantallas LCD muestran por lo general aproximadamente el 100% de la toma, resultando una útil herramienta para lograr encuadres exactos.
En el encuadre los límites los pone el fotógrafo:
El detalle
En los retratos se agradecen las imágenes suaves, un exceso de detalle y definición contribuyen a acentuar las imperfecciones, arrugas y el bello del rostro. Una formula para suavizar las imágenes, en el caso de hacer uso de cámaras de película fotosensible, sería el empleo de filtros difusores. Con los modelos digitales es mucho más sencillo, ya que podemos escoger el grado de definición, siendo conveniente elegir el modo suave (menor definición), que es el empleado por defecto por la propia cámara cuando escogemos "modo retrato", en el caso de disponer de él.
No debemos temer al ruido en el retrato y podemos elegir valores altos de ISO, ya que al incrementar el valor de la sensibilidad estaremos perdiendo detalle (información), en resumen: suavizando la imagen. Si ese ruido resulta molesto porque existe un exceso de puntos aleatorios de colores, podremos pasar la imagen a tonos grises (blanco y negro) con la ayuda de un programa de edición de imagen.
El flash
Cuando nos veamos obligados a recurrir al flash en interiores será interesante realizar sucesivas tomas variando el ISO de nuestra cámara digital, esto nos posibilitará escoger aquel valor que más nos agrade de equilibrio entre la luz ambiente y la luz del flash, de esta manera conseguiremos fotos más naturales, y recogeremos parte de la atmósfera que rodea al motivo.
El ángulo y la iluminación son elementos decisivos para que gane interés una toma: