Enfoque:
Gracias al enfoque podremos determinar que elementos de la toma han de aparecer nítidos y cuales con falta de nitidez (borrosos). La operación de enfoque, del motivo o motivos presentes en la toma, va ha tener una importancia trascendental a la hora del tratamiento del tema y en la posterior interpretación del mismo.
Enfocar es mucho más que lograr nitidez y definición en la imagen a obtener. Con el enfoque podemos dar protagonismo a unos elementos sobre otros de la composición, para destacar así una parte de la escena en detrimento del resto.
El enfoque es una operación independiente del encuadre y que le sigue en el tiempo. De forma que primeramente encuadraremos y acto seguido decidiremos el enfoque de la escena.
Sistemas de enfoque:
Los equipos actuales viene provistos de sofisticados y útiles sistemas de enfoque automático, representado por AF. Así como la posibilidad de enfoque manual, representado por MF.
AF simple: Activaremos el sistema de enfoque automático al presionar el disparador hasta la mitad de su recorrido, bloqueando el enfoque mientras mantengamos presionado el disparador. En este tipo de enfoque hemos de distinguir el 1) enfoque multizona del 2) enfoque en un punto, el primero suele ser más rápido pero a la vez impreciso (presente no en todos los modelos), el segundo es el ideal cuando no queremos errores de enfoque sobre un elemento determinado (es el empleando por la mayoría de los equipos, y el enfoque se realiza en una zona central del bastidor).
AF continuo: Presente en los modelos más sofisticados (también denominado servoenfoque). La cámara seguirá continuamente al sujeto u objeto en movimiento a fotografiar mientras mantengamos presionado el disparador a mitad de recorrido. Por tanto es el modo ideal para fotografiar personas, animales u objetos que se desplacen. Aquí hemos de hacer un inciso, existen muchos modelos en los que el AF de manera continua significa que aún sin presionar el disparador la cámara estará enfocando continuamente, para así mostrar una imagen siempre nítida en la pantalla LCD y en el visor electrónico, pero no tiene capacidad para seguir el movimiento del motivo a fotografiar, pero si acelerará el proceso de enfoque.
MF: El enfoque manual es útil cuando nuestro equipo no pueda enfocar de manera automática (por las condiciones de luz, exceso de brillo...).
Puntos o áreas de enfoque:
Entendiendo como tal la zona o zonas donde hemos enfocado. El área de enfoque que escojamos, en la mayoría de los casos, no se encontrará en el centro la fotografía, mientras que el punto de enfoque automático de nuestra cámara si lo estará (salvo modelos avanzados donde el punto puede ser desplazado), de manera que, decidido el encuadre, moveremos la cámara para enfocar sobre el motivo principal y recompondremos (volveremos a encuadrar) la escena para fotografiarla. El enfoque manual es una opción que nos permitirá elegir una distancia y tomar instantáneas rápidamente, al no perder tiempo la cámara enfocando.
El punto de enfoque va a depender de la interpretación que queremos darle a la foto. Podemos citar algunos consejos en función del motivo: 1.- En los retratos es preferible enfocar en ojos del modelo. 2.- En los motivos estáticos el enfoque lo realizaremos en aquella parte donde queremos que se centren los ojos del observador de la toma. 3.- En el caso de sujetos u objetos en movimiento, de no disponer de enfoque continuo, podemos anticiparnos al motivo, enfocando por donde prevemos que va pasar y después disparar.
Profundidad de campo:
Cuando hablamos de profundidad de campo nos referimos al espacio que está enfocado por delante y por detrás del punto o área de enfoque.
Decimos que una fotografía tiene poca profundidad de campo cuando únicamente el motivo principal aparece enfocado y el resto aparece borroso.
Ejemplo de poca profundidad de campo: únicamente presenta foco la flor, el resto está desenfocado:
Una fotografía presenta gran profundidad de campo si todos los elementos de la toma gozan de nitidez. Aparecerán enfocados los elementos anteriores y posteriores al motivo principal de la toma.
Ejemplo de gran profundidad de campo: todos los elementos, tanto en primer como último plano, aparecen enfocados:

Óptica, enfoque y profundidad de campo:
El enfoque, la profundidad de campo y la óptica están directamente relacionados. Por ello, aún siendo elementos independientes deben ser tratados en conjunto.
Granangular: Gozan de una gran profundidad de campo, permitiéndonos ser menos cuidadosos en el enfoque, podremos cometer errores en la distancia con relación al motivo principal, sin que sean apreciables.
Óptica 28mm: Ejemplo de gran profundidad de campo, el punto de enfoque viene señalado con el recuadro rojo, aun así los distantes edificios están perfectamente nítidos (diafragma f/8):
Normal: En un objetivo normal la profundidad de campo va a depender básicamente de la distancia que exista entre la cámara y el sujeto u objeto a fotografiar, así como del valor del diafragma, permitiéndonos este último tener un gran control sobre la profundidad de campo con este tipo de objetivos.
Óptica 50mm: Ejemplo de menor profundidad de campo que el granangular, el punto de enfoque viene señalado con el recuadro rojo, los distantes edificios presenta un leve desenfoque (diafragma f/8):
Teleobjetivo: Cuanto más largo sea el teleobjetivo (mayor distancia focal), menos profundidad de campo tendrán, y aún se verá mermada cuando el motivo a fotografiar se encuentre cerca de la cámara, obligándonos a ser muy meticulosos en el enfoque, el más leve error se traducirá en una fotografía completamente borrosa.
Óptica 200mm: Claro ejemplo de escasa profundidad de campo, el punto de enfoque viene señalado con el recuadro rojo, los tejados de los edificios están totalmente borrosos:


Distancia:
Un factor a tener en cuenta en relación con el enfoque, independientemente de la óptica a usar, es la distancia entre la cámara y el motivo. Cuanto menor sea la distancia, más meticulosos habremos de ser con el enfoque, puesto que la profundidad de campo de una óptica se ve reducida cuanto más nos acerquemos al motivo, si queremos ganar profundidad de campo, es decir, dar nitidez a toda la escena, cuando hayamos realizado el enfoque en un punto muy cercano a la cámara, habremos de emplear un valor alto de diafragma (f/11, f/16...). Por el contrario, cuanto mayor sea la distancia entre la cámara y el motivo a enfocar, la escena presentará un mayor enfoque en términos generales, aunque optemos por valores bajos de diafragma (f/4, f/2,8...).
Como ejemplo, vamos a reproducir un cuadro de profundidad de campo de la excelente óptica Leica Summarit 1:2,4/40mm:
Profundidad de campo en metros | ||||||
Distancia* | f/2,4 | f/4 | f/5,6 | f/8 | f/11 | f/16 |
0,7 m | 0,68 - 0,72 | 0,68 - 0,74 | 0,65 - 0,75 | 0,64 - 0,78 | 0,61 - 0,82 | 0,58 - 0,88 |
2 m | 1,82 -2,22 | 1,72 - 2,38 | 1,63 - 2,59 | 1,51 - 2,95 | 1,38 - 3,69 | 1,22 - 5,70 |
7 m | 5,12 - 11,08 | 4,42 -17,00 | 3,83 - 41,66 | 3,23 - Infinito | 2,65 - Infinito | 2,11 - Infinito |
Infinito | 18,78 - Infinito | 11,78 - Infinito | 8,35 - Infinito | 5,91 - Infinito | 4,20 - Infinito | 2,98 - Infinito |
(*) Distancia entre la cámara y el motivo enfocado |
Sensor de imagen, enfoque y profundidad de campo:
La mayoría de las cámaras digitales emplean un sensor de imagen de menor tamaño que la película de 35mm (24x36mm), así una óptica de 14mm, para un sensor tipo 2/3, viene a ser equivalente a un 50mm, de manera que ese 14mm tendrá una profundidad de campo añadida con respeto a un 50mm "tradicional". También se ven reducidas las distancias mínimas de enfoque (especialmente en el modo macro).
Ricardo Salgado 07.12.04 fotobasica.com.